Decálogo de la normalidad

El día que me vuelva normal llevaré paraguas los días de lluvia.
El día que me vuelva normal me acostaré a las once y media de la noche. Desayunaré café con leche con tres tostadas con mermelada, saludaré al portero y saldré a trabajar. 
Pensaré "que bello día".
Criticaré lo que todos critican y me gustará lo que a todos les gusta.Pasaré tardes enteras en el shopping, me preocuparé por el corte de moda. Mi objetivo será tener una casa y desperdiciaré todo mi dinero en ella
Me iré de vacaciones a la costa y traeré alfajores.
El día que me vuelva normal tendré un auto en el cual llevaré a mi familia a pasear. Querré una nena y un nene, un perro y una bella esposa que me espere con la comida hecha. Viviré en un barrio suburbano por su tranquilidad. Seré sonriente, con camisa a cuadros y raya al costado.
Tiraré petardos en año nuevo.
El día que me vuelva normal seré católico y de Boca Juniors.
El día que me vuelva normal invitaré a cenar los sábados a la familia que quiera mi esposa.
Me opondré a los vicios que hunden la moral y la autoestima del ser humano.
Criticaré al pobre y me sentiré feliz en mi hipocresía.

Finalmente, en el ocaso de mis días, dejaré a mi familia para consumir cocaína del pene de mi amante homosexual y, ya viejo, miraré al pasado sin nostalgia y moriré renegado, resentido y abandonado.


Junto a Nicolás Bernal, dueño del maravilloso blog brevestiemposraros.blogspot.com.ar